Vino navarro de reserva Bagordi Garnacha 2001, bebida de infanzones y reyes navarros

No tengo palabras para expresar mi alegría por haber recibido de un gran colega funcionario y experto en la administración vasca un gran vino. Xabier me ha obsequiado con una botella de Bagordi Garnacha del 2001. Se trata de un vino ecológico de la bodega Bagordi de Andosilla. Es todo un regalo para el paladar. Un vino extraordinario al que en mi guía de Flickr Ardoak le he dado 95 puntos sobre 100 o 9,5 sobre 10. Pocos vinos de reserva se pueden encontrar con la estructura y cuerpo que tiene este vino tras 13 años de mimo y cuidado ecológico. Un tanino que se aprecia, con toques de frutas rojas y un cuerpo excepcional que tras el retronasal queda aún más marcado en la memoria gustativa de nuestro paladar y cerebro. Beber una copa de Bagordi Garnacha Reserva del 2001 es como un paseo por los bosques de Irati o la sabana del norte de Navarra en la Gaskuña vascona oliendo a pino fresco, recogiendo el aire fresco y empapándose de sensaciones térmicas que no se pueden sentir en estos climas húmedos que tenemos junto a la costa navarra occidental. Es todo un vino especial para tomar con grandes platos de alta cocina; pero el burgués que sienta la tentación de tomarlo con un simple bocadillo de jamón de paleta serrana tampoco quedará decepcionado. Yo lo he probado con bocadillo de jamón ibérico de bellota y las sensaciones gustativas han sido de tal calado que casi se puede llegar a un climax culinario (100 puntos en guía de vinos) que pocas veces se logra aún con buen acompañamiento de caldo para el pernil ibérico. En suma, un vino reservado para reyes navarros e infanzones de Obanos, para políticos honestos navarros porque es ecológico y un político honesto necesita buenos caldos tras el duro trabajo; un vino para degustar con quesos medio curados y suaves del Roncal; un vino especial para carnes como lechazo o entrecots con sal de Añana. Un gran maridaje con este vino de reserva es muy fácil de conseguir. La familia Cárcar de Andosilla ha hecho un gran trabajo durante años. Han sido la avanzadilla del buen vino ecológico cuando pocos apostaban por él. Los Cárcar y Arrosagarai pasarán a la historia del vino de Rioja (y por ello, navarro, porque Rioja sigue siendo navarra pese a quien pese) como los impulsores del consumo ecológico y acorde con la salud y las buenas costumbres ancestrales. No cabe duda que mi amigo Xabier sabe dónde comprar buen vino ecológico. Si os gusta como a mi me ha gustado este caldo navarro con denominación de la comarca de La Rioja, no dudéis en incorporaros al club de los amigos de esta bodega situada en la carretera a Lizarra-Estella. Desde la navarra sureña este vino clama nuestra atención con sus tonalidades, su aroma y su cuerpo. Todo un regalo para la boca. Os dejo aquí varias fotos hechas en mi casa. Un vino tan extraordinario merece un pase de fotos.



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